El reto | Modernizar sin interrumpir servicios
La digitalización de infraestructuras críticas exige redes de comunicaciones robustas, seguras y escalables. En este caso, una red de autopistas con años de servicio afrontaba limitaciones estructurales y tecnológicas que comprometían su crecimiento y seguridad
El sistema operaba sobre una infraestructura física consolidada, pero con equipos obsoletos y escasa visibilidad del tráfico. La falta de segmentación dificultaba la detección de amenazas y aumentaba el riesgo ante posibles intrusiones. Además, la escalabilidad era limitada, lo que impedía incorporar nuevos servicios y dispositivos.
El gran desafío era modernizar la red sin reconstruirla, preservando la fibra óptica existente y evitando interrupciones en los servicios esenciales.